He leído un interesante artículo de Cristina Aced acerca de cómo aprovechar los medios sociales dentro de la empresa donde comienza señalando que muchas empresas prohíben a sus empleados utilizar los medios sociales, ignorando la realidad de que buena parte de ellos tiene a su disposición smartphones con los que puede acceder a internet en cualquier momento.
Pensé de inmediato en la realidad de la Administración Pública española, donde la situación más habitual es de prohibición de acceso a las redes sociales y no faltan razones para ello. Pero, claro, la Administración vive en el mismo mundo que el resto de los ciudadanos y la situación de sus empleados es similar a la de los empleados de cualquier empresa de una cierta dimensión. No se puede pasar más tiempo actuando como si la realidad de los medios sociales no existiese o no afectase a las entidades públicas como al resto de la sociedad.
Existen para empresas y administraciones herramientas que ponen a disposición de las organizaciones los medios sociales dentro de su entorno. Cómo aprovechar su potencial es el debate que debe producirse, antes de que la realidad social supere la posición de la Administración.
Las ventajas que para los ciudadanos puede tener el cambiar los modos de trabajo de las Administraciones Públicas sin duda superarán los inconvenientes de su implantación. Pensemos en los beneficios que reportaría simplemente mejorar la comunicación interna del organismo, permitir una mayor colaboración en el trabajo o facilitar que se manifieste el talento en la organización (en un momento en que es más necesario que nunca).
Aprendamos de la experiencia. Cuando apareció el correo electrónico también las Administraciones Públicas lo vieron con desconfianza y ahora es una herramienta cotidiana de la que nadie querría prescindir ¿Diremos ahora no a las nuevas tecnologías de comunicación a pesar de que son de uso generalizado en la sociedad?
trabajandomasporunpocomenos 