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#DirPro El anteproyecto de ley de Función Pública no cumple los estándares de la OCDE para la Dirección Pública


Estamos bien fastidiados. Una lectura atenta de las definiciones utilizadas en la OCDE y en el Anteproyecto de Ley de Función Pública de la Administración del Estado (ALFP) muestra la brecha existente entre la concepción de la dirección profesional en Europa y el modelo que se pretende hacer pasar por dirección pública en este anteproyecto (el de toda la vida, por otro lado). Debido a las carencias en la dirección pública profesional, a los ciudadanos nos esperan unos difíciles años de transición a los servicios digitales conviviendo con un modelo de servicio público digital basado en el “vuelva usted mañana con cita previa o apáñeselas como pueda con nuestra página web”.

Imagen generada por IA (Craiyon)

La definición de directivo público en la OCDE y en el ALFP

Para la OCDE los Directivos Públicos son “los funcionarios públicos en los niveles jerárquicos más altos de la función pública que toman decisiones y ejercen influencia”, dejando fuera expresamente a los dirigentes políticos y sus gabinetes y asesores. Este concepto encaja bien con el que usa Jimenez Asensio para definir la alta dirección pública: «aquellos niveles organizativos que se encuentran entre los niveles exquisitamente políticos y aquellos propios de la estructura burocrática funcionarial».

Sin embargo, para el ALFP tendrán la consideración de personal directivo público profesional las personas titulares de las subdirecciones generales y los puestos que se asimilen expresamente a los anteriores. Con esta sencilla declaración se deja al resto de órganos directivos de la AGE, esto es, a los llamados altos cargos, fuera de la regulación de la dirección pública profesional

Descartando que sea un olvido involuntario, veremos que se intenta introducir una “peculiaridad” que no es ibérica (Portugal tiene bien establecido un régimen profesional para los directivos públicos), sino del tipo “España es diferente del resto de paises avanzados”.

Los altos cargos no son materia de la Ley de Función Pública (¿de verdad?)

Los altos cargos, salvo los Ministros y Secretarios de Estado, no son dirigentes políticos. Pero los altos cargos tampoco pueden asimilarse a los gabinetes de los dirigentes políticos, ni son sus asesores. Gabinetes y asesores de dirigentes políticos son el denominado personal eventual1

Sabiendo de los altos cargos lo que no son (ni dirigentes políticos, ni personal eventual, ni directivos públicos profesionales) quizá podamos acercarnos en positivo al concepto. Pero no podremos hacerlo de la mano del ALFP que olvida hacer mención de esta categoría de difícil encaje, por lo visto, en el mundo de la función pública.

Hay que acudir a la Ley 5/2015, de Altos Cargos, para entender que no hay una definición que categorice a los altos cargos. Son altos cargos no políticos los que están en la lista del artículo 1.2 de la Ley citada (Subsecretarios, Secretarios Generales, Delegados del Gobierno, Jefes de Misiones Diplomáticas, Secretarios Generales Técnicos, Directores Generales y muchos otros cargos del sector público estatal o de organismos de reguladores o de supervisión). La característica que tienen en común los altos cargos es que son nombrados por el Consejo de Ministros.

En definitiva, los altos cargos no políticos son una lista de funcionarios de los niveles jerárquicos más altos de la administración, los mismos que según el estándar internacional tienen la consideración de directivos públicos2. Sin embargo, por alguna razón que no encontrareis en la exposición de motivos, a la hora de regular la dirección pública profesional la futura ley de Función Pública los ignora y los deja sometidos a su regulación especial. 

¿Cuál es la recomendación de la OCDE para los directivos públicos?

Hay que subrayar que la OCDE trabaja para establecer estándares internacionales y propone soluciones a sus estados miembros y no miembros. En 2019 la OCDE hizo una Recomendación a sus miembros sobre Liderazgo y Capacidad en la Función Pública.

En materia de dirección pública la OCDE recomienda fortalecer la capacidad de liderazgo en la función pública, en particular mediante las siguientes acciones:

1. Aclarar las expectativas respecto de los directivos públicos para que sean líderes políticamente imparciales de las organizaciones públicas, a quienes se les confíe el cumplimiento de las prioridades del gobierno, y mantengan y encarnen el más alto grado de integridad sin temor a represalias motivadas políticamente;

2. Considerar criterios basados en el mérito y procedimientos transparentes en el nombramiento de los directivos públicos, y hacerlos responsables de su desempeño;

3. Asegurar que los directivos públicos tengan el mandato, las competencias y las condiciones necesarias para proporcionar asesoramiento imparcial basado en datos a las autoridades políticas,

4. Desarrollar la capacidad de liderazgo de los directivos públicos que ya se desempeñan en sus cargos o que podrían desempeñarse en ellos.

¿Se cumplen las recomendaciones de la OCDE en la Función Pública española?

En realidad, dn la Administración del Estado los altos cargos siguen a completa disposición del gobierno sin que un sistema objetivo de mérito avale su nombramiento. Los que el ALFP llama directivos púbicos profesionales, esto es, los subdirectores generales, pueden ser cesados excepcionalmente por pérdida de confianza, independientemente de su desempeño. Es un sistema que lo apuesta todo por la confianza, es decir, por una discrecionalidad que ampara la arbitrariedad a la hora de cubrir los puestos directivos de la Administración. Esta afirmación, que a algunos les puede parecer demasiado radical, viene refrendada por el hecho de que todos los puestos cubiertos por el sistema de libre designación (normalmente, los puestos de jefatura de casi cualquier nivel) pueden ser cesados discrecionalmente. El motivo puede ser, obviamente, la pérdida de confianza. 

Por lo tanto, en primer lugar, en España no hay expectativa de que los directivos públicos sean “líderes políticamente imparciales de las organizaciones públicas”, lo que sin duda incumple la primera recomendación de la OCDE dirigida a que se refuerce la capacidad de liderazgo en la administración pública.

En segundo lugar, el ALFP deja a los altos cargos fuera de cualquier procedimiento transparente de nombramiento basado en el mérito, a pesar de que son el núcleo de la dirección pública española.

En tercer lugar, dado que todo se basa en la confianza del nivel político sobre el directivo, no se puede afirmar que existan las condiciones para que se proporcione un “asesoramiento imparcial basado en datos”: cuando los datos contradigan severamente las convicciones del político sería una acción heroica del alto cargo proporcionar ese tipo de asesoramiento, ya que dañaría gravemente la confianza en él depositada.

En cuarto lugar, las acciones de formación continua previstas por el ALFP para los directivos quedan reservadas para los subdirectores generales, sin que esté prevista su aplicación a los altos cargos

La legislación española vigente y el anteproyecto desconocen la Recomendación de la OCDE

Podemos concluir que nuestra legislación vigente y el anteproyecto de ley de Función Pública desconocen la Recomendación de la OCDE a sus socios sobre Liderazgo y Capacidad en la Función Pública.

Aunque el ALFP dice regular una dirección pública profesional, la realidad es que todo va a quedar como estaba antes, salvo una cierta parafernalia formal que solo afectará a los subdirectores generales. Paradójicamente, estos son, de todos los directivos de la Administración del Estado española, los menos directivos, ya que sus funciones están enfocadas a la ejecución de los proyectos, objetivos y tareas que les sean asignadas y a la gestión ordinaria de los asuntos de su competencia, todo bajo la supervisión de sus superiores (art. 67.1 LRJAE). 

La legislación de altos cargos quedaría tal y como está ahora, como una lista de puestos que puede nombrar y cesar el gobierno discrecionalmente, con su propia regulación. Esto garantizaría que no se les aplique ninguno de los principios preconizados por la OCDE. Además, los subdirectores generales podrían ser cesados por pérdida de confianza (decir “excepcionalmente” es un chiste) y los innumerables cargos cubiertos por libre designación, podrían ser removidos discrecionalmente. Este es en síntesis el modelo del ALFP.

¿Qué necesita una verdadera Dirección Pública Profesional?

Regular una Dirección Pública Profesional en la Administración del Estado requiere una profunda revisión del sistema de provisión de los altos cargos, asegurando, (i) la máxima integridad e imparcialidad política; (ii) un sistema transparente de elección basado en mérito; (iii) garantizar las condiciones para que su asesoramiento al gobierno sea imparcial y basado en datos; y (iv) desarrollar la capacidad de liderazgo de los directivos mediante acciones de formación adecuadas.

El primer paso hacia una sistema de dirección pública profesional homologable con la Unión Europea y otros países avanzados es reducir drásticamente el número de cargos a disposición del gobierno y desterrar la pérdida de confianza como causa del cese de los directivos públicos y de los cargos de libre designación, sustituyéndola por aquellas causas que se derivan de la rendición de cuentas y la evaluación del desempeño. Esto incrementaría sustancialmente la imparcialidad de la Administración Pública.

Luego, hay que encontrar los sistemas de selección del personal directivo basados en el mérito más adecuados y transparentes y asegurarse de que se refuerza la capacidad de liderazgo. Esto sí que sería una reforma para el siglo XXI.

__________________________________

1 En la definición del anteproyecto, “es personal eventual el que, en virtud de nombramiento y con carácter no permanente, sólo realiza funciones expresamente calificadas como de confianza o de asesoramiento especial”

2 En el concepto OCDE, se calificarían como directivos públicos ya que ocupan las posiciones más altas de la Administración Pública, con poder decisorio e influencia en la función pública.

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por @Antonio_Anson

ChatGPT y los de su especie se están adueñando de territorios que antes eran propiedad de la inteligencia humana. Bueno, tampoco exageremos: reunir documentación y decir opiniones de otros, sin originalidad ni aportar muchos argumentos, ya estaba al alcance de cualquier inteligencia más o menos ilustrada. La cuestión es que ChatGPT ahora está en nuestros teléfonos, portátiles y demás serviciales dispositivos mal llamados inteligentes. A nuestra disposición. Las 24 horas. Sin quejas ni reclamaciones laborales. Y la verdad es que estas tareas de apoyo las hace muy bien. Y las hará mejor. Hoy nuestro no-bot T+xUp- ha conducido una interesante entrevista con ChatGPT y el resultado no puede ser más llamativo. Hasta las imágenes se han generado por IA. Ahí lo dejo.

Imagen de ChatGPT como un humano, generada por IA (Craiyon)

El ChatGPT, por @gebepe66

La historia de la historia y la historia de nuestra propia vida es la búsqueda del oráculo, disfraza bajo elevadas pretensiones del tipo “conocer la historia”, “buscar la verdad”, “querer saber”. O la información sobre la climatología en el próximo puente o las previsiones económicas para el próximo año. Al final es probable que el oráculo más eficiente lo encontremos si realmente es la tecnología quien mece la cuna de nuestras ansias de certeza. Pero es probable que las ilusiones se muevan con más velocidad que las realidades. Por ejemplo, el ChatGPT se nos antoja un engreído pretendiente a convertirse en el mejor oráculo conocido hasta ahora

Eso parecía, porque la realidad parece ir por otros derroteros y reclama toneladas de paciencia. Antonio Ansón ha tenido la feliz idea de entrevistar al ChatGPT. Pero cuando le hemos preguntado a este sabio tecnológico sobre el presente y el futuro de la dirección pública profesional (DPP) en España, ha resultado ser un sabio de pacotilla; con verbo fluido, eso sí. Es decir, una inteligencia nada artificial, vulgarmente humana, de mucha labia y poco seso. 

Como vais a poder comprobar, una inteligencia corrientita escondida tres una fluidez verbal con calidad suficiente como para dar el pego. Si arañamos un poco, descubrimos que hay muchas lagunas. Una de ellas consiste en que se repite más que la cebolla; ha cogido algunos estribillos muy resultones y los coloca como respuesta adecuada a preguntas diferentes, como resolviendo un puzle. Probablemente es un rasgo muy humano, de índole político: “usted pregunte lo que quiera, que yo contesto lo que quiero decir”.

Imagen de T+xUP-, generada por IA (Craiyon)

La entrevista, por T+xUp-

Debo decir que la entrevista que transcribimos aquí es literal. No está editada de ninguna manera. Son las preguntas que le formulé y las respuestas literales que me devolvió, tras pensarlo apenas un segundo.

T+xUp-: ¿Cuál es el estado del debate sobre la dirección pública profesional en España?

ChatGPT: No tengo información actualizada sobre un debate específico sobre la dirección pública profesional en España después de 2021. Sin embargo, en general, la dirección pública ha sido objeto de discusión y reforma en muchos países, incluido España, en los últimos años, con el objetivo de mejorar la eficiencia y la efectividad de la administración pública. Algunos de los temas clave incluyen la modernización de las estructuras y procesos administrativos, la mejora de la calidad de los servicios públicos y la promoción de la transparencia y la responsabilidad en la gestión pública.

T+xUp-:¿Cuáles son los elementos esenciales de una dirección pública profesional de las administraciones públicas?

ChatGPT: Los elementos esenciales de una dirección pública profesional en las administraciones públicas incluyen:

  1. Conocimiento y comprensión de los marcos legales y reguladores que rigen la administración pública.
  2. Habilidades de liderazgo y gestión efectiva, incluyendo la capacidad de establecer objetivos claros, motivar y supervisar al personal y tomar decisiones basadas en una evaluación objetiva de los riesgos y oportunidades.
  3. Conocimiento y comprensión de los procesos y procedimientos administrativos y la habilidad de implementarlos de manera eficiente y efectiva.
  4. Conocimiento y aplicación de las mejores prácticas en la gestión de los recursos humanos, incluyendo la contratación, la formación y el desarrollo de personal.
  5. Habilidades de comunicación y relaciones públicas sólidas, incluyendo la habilidad de comunicarse con eficacia tanto con el personal como con los ciudadanos y otras partes interesadas.
  6. Capacidad de trabajar de manera colaborativa con otras agencias y organizaciones para alcanzar objetivos comunes.
  7. Un enfoque en la mejora continua y la innovación, incluyendo la habilidad de identificar y adoptar nuevas tecnologías y enfoques para mejorar la eficiencia y la efectividad de la administración pública.

T+xUp-: ¿Que ventajas ofrece una dirección pública profesional para el ciudadano?

ChatGPT:  Una dirección pública profesional ofrece varias ventajas para los ciudadanos, incluyendo:

  1. Mayor eficiencia y efectividad en la prestación de servicios públicos. Con una dirección pública profesional, se aplican mejores prácticas y se adoptan enfoques más eficientes para la gestión de los servicios públicos, lo que puede mejorar la calidad y la rapidez de estos servicios.
  2. Mejora de la transparencia y la responsabilidad en la administración pública. Con una dirección pública profesional, se establecen medidas para garantizar que la administración pública se realice de manera abierta y transparente, lo que permite a los ciudadanos monitorear y evaluar su desempeño.
  3. Mayor participación ciudadana en la toma de decisiones. Con una dirección pública profesional, se fomenta la participación ciudadana en la definición de prioridades y la toma de decisiones sobre cómo se deben prestar los servicios públicos, lo que puede mejorar la sensación de que las necesidades de los ciudadanos están siendo atendidas.
  4. Mejora de la calidad y la innovación en la prestación de servicios públicos. Con una dirección pública profesional, se fomenta la búsqueda continua de mejores maneras de prestar servicios públicos, lo que puede resultar en la adopción de nuevas tecnologías y enfoques que mejoran la eficiencia y la efectividad de estos servicios.

En resumen, una dirección pública profesional puede mejorar la calidad de los servicios públicos, fomentar una mayor transparencia y responsabilidad en la administración pública y permitir una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones.

T+xUp-: ¿Qué ventajas tiene la dirección pública profesional para los gobiernos?

ChatGPT:  La dirección pública profesional ofrece varias ventajas para los gobiernos, incluyendo:

  1. Mejora de la eficiencia y efectividad en la prestación de servicios públicos. Una dirección pública profesional permite a los gobiernos aplicar mejores prácticas y adoptar enfoques más eficientes para la gestión de los servicios públicos, lo que puede mejorar la calidad y la rapidez de estos servicios.
  2. Fortalecimiento de la confianza de los ciudadanos en el gobierno. Una dirección pública profesional fomenta la transparencia y la responsabilidad en la administración pública, lo que puede mejorar la imagen del gobierno y aumentar la confianza de los ciudadanos en él.
  3. Mejora de la capacidad de atender a las necesidades de la sociedad. Una dirección pública profesional fomenta la participación ciudadana en la definición de prioridades y la toma de decisiones sobre cómo se deben prestar los servicios públicos, lo que puede mejorar la capacidad del gobierno para atender a las necesidades de la sociedad.
  4. Fortalecimiento de la capacidad de innovar. Una dirección pública profesional permite a los gobiernos adoptar nuevas tecnologías y enfoques que mejoran la eficiencia y la efectividad de los servicios públicos, lo que puede resultar en una mayor capacidad de innovación.
  5. Mejora de la gestión de los recursos públicos. Una dirección pública profesional permite a los gobiernos gestionar de manera más eficiente los recursos públicos, incluyendo el personal, los bienes y los presupuestos, lo que puede mejorar la calidad de los servicios públicos y aumentar la eficiencia en la gestión de los recursos.

En resumen, la dirección pública profesional puede mejorar la eficiencia y la efectividad en la prestación de servicios públicos, fortalecer la confianza de los ciudadanos en el gobierno, mejorar la capacidad de atender a las necesidades de la sociedad, fortalecer la capacidad de innovar y mejorar la gestión de los recursos públicos.

Imagen de ChatGPT como una persona, generada por IA (Craiyon)

Las lagunas de ChatGPT

Veamos, a modo de ejemplo, algunas de las lagunas que hemos encontrado en la sorprendente demostración dialéctica del ChatGPT. Son botones de muestra de nuestra frustración, en forma de relación de deseos, realidades y previsiones que el ChatGPT, en su infinita sabiduría, no ha logrado saber, encontrar o imaginar:

  • El estado de debate de la DPP gira en torno a su inclusión en el artículo 13 del Estatuto del Empleado Público y un desarrollo fallido de dicho artículo mediante un real decreto estatutario que nació y murió proyecto en 2007.
  • Es estado del debate sobre la DPP enfrenta claramente a quienes defienden o no quieren cambiar la dirección pública adscrita organizativamente al poder político, con quienes defienden una dirección pública profesional claramente diferenciada el poder político
  • Entre los elementos esenciales de la DPP en el sector público hay que incluir precisamente su separación del poder político, con un mandato claro, en tiempo determinado.

Para saber más que ChatGPT de la dirección pública profesional en España:

El Anteproyecto de Ley de la Función Pública deja fuera de la Dirección Pública Profesional a los órganos directivos de la AGE

Queridos Reyes Magos: me pido la dirección pública profesional

¿Conoces el real decreto fósil que pretendió regular la dirección pública profesional en 2007?

Dirección Pública, ¿Para qué?

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¿A quién consideramos directivos públicos?

Busca el hagstag #DirPro en nuestro blog y te listará todo lo que hemos escrito sobre dirección pública profesional

#DirPro 5 Requisitos esenciales de la selección de los directivos públicos profesionales


Fuencisla Gaitero Suárez

Es primordial encontrar algunos requisitos esenciales en la selección de los directivos públicos profesionales. Esta infografía incluye algunos requisitos que, a juicio de la autora , deberían tenerse en cuenta:

Si quieres leer el post completo aquí tienes el enlace:

5 requisitos esenciales en la selección de los directivos públicos

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Dirección Pública, ¿Para qué?

Competencias del directivo público

¿Cuánto debe durar el mandato de un directivo público profesional?

Modelos de dirección pública en otros países.

Hacia una Autoridad Independiente de Selección de directivos públicos profesionales

#DirPro 4 acciones recomendadas por la OCDE para fortalecer la capacidad de liderazgo en la función pública


Por @Antonio_Anson

La OCDE ha recomendado a los países miembros y no miembros que se adhieran a la Recomendación del Consejo sobre Liderazgo y Capacidad en la Función Pública que constituyan en la función pública una cultura y un liderazgo que se rijan por los valores, y estén centrados en mejorar los resultados para la sociedad. En la infografía siguiente podréis encontrar las acciones recomendadas para fortalecer la capacidad de liderazgo en la función pública

El texto completo de la Recomendación sobre Liderazgo y Capacidad en la Función Pública lo podéis consultar siguiendo el enlace.

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